Entre el 3 y el 16 de mayo de 2025, junto con quince estudiantes de sexto semestre de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB vivimos una experiencia académica y cultural en Alemania que nunca olvidaremos. Este viaje, posible gracias a una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) y al apoyo de la UCAB, especialmente de la Escuela de Comunicación Social y de la Secretaría de Internacionalización, nos permitió visitar diversas universidades alemanas, contrastar realidades y construir una visión internacional de la comunicación.

La postulación ante el DAAD, que nos llevó casi un año, fue aprobada tras un proceso riguroso de evaluación, convirtiéndonos en la primera universidad venezolanos en ser seleccionada para esta modalidad de intercambio.

Conocimos ciudades como Bonn, Bamberg, Heidelberg, Múnich y Neu-Ulm. Cada destino sumó un capítulo distinto a este viaje lleno de aprendizajes.

Bonn: periodismo y empatía global

Nuestra primera parada fue la conocida cadena de televisión y radio Deutsche Welle (DW), en Bonn, donde recorrimos sus estudios de grabación y asistimos a una clase sobre sociedad digital y convergencia mediática. El momento más significativo fue el encuentro con estudiantes de la maestría en Estudios Internacionales de Medios de la Academia de la DW. Nuestros ucabistas expusieron acerca del limitado ecosistema de medios en Venezuela y lograron transmitir nuestra compleja realidad, despertando conciencia y solidaridad en estudiantes de periodismo de todas partes del mundo.

Bamberg: arquitectura y creación de contenido

En Bamberg, pequeña ciudad universitaria y turística, visitamos la Otto-Friedrich-Universität y conocimos su Maestría en Comunicación Estratégica. Durante un recorrido guiado por el centro histórico, descubrimos una arquitectura que combina elementos románicos y góticos con elegantes construcciones barrocas. Visitamos su estudio de radio y participamos en una clase sobre creación de contenido para redes sociales. Fue interesante constatar que allá las redes sociales no tienen un rol tan protagónico como aquí, donde se estudian desde los primeros semestres. En Alemania los medios tradicionales siguen siendo centrales, por ello, probablemente esa diferencia.

Múnich: memoria, arte y cultura

Durante el fin de semana hicimos una parada en Múnich, donde recorrimos algunos de sus principales sitios turísticos. Una visita muy especial para mí ya que viví allí a finales de los años 90. Visitamos Marienplatz, la Residenz y caminamos hasta la Universidad Ludwig-Maximilian (LMU), donde estudié. Nos detuvimos en la Geschwister-Scholl-Platz y visitamos el monumento dedicado a los hermanos Scholl, jóvenes estudiantes alemanes que lideraron un movimiento de resistencia pacífica contra el nazismo conocido como la «Rosa Blanca». Su valentía y compromiso son inspiradores para nuestros tiempos.

El sábado fue una oportunidad para que los estudiantes exploraran la ciudad de acuerdo a sus intereses particulares. Algunos visitaron la Neue Pinakothek, otros recorrieron el Jardín Inglés y sus tradicionales Biergarten, mientras que un grupo optó por el Museo BMW y por el estadio del Bayern Múnich. Incluso hubo una visita el campo de concentración de Dachau. Cada quien vivió aprendizajes distintos, personales y profundos.

Heidelberg: diversidad lingüística y profundidad académica

En la prestigiosa Universidad de Heidelberg, la más antigua de Alemania, nos recibieron cálidamente en español en el Centro de Estudios Iberoamericanos. Allí participamos en seminarios de la maestría “Comunicación y Sociedad en Iberoamérica”. Uno de los aspectos que más nos impactó fue la convivencia de varios idiomas en un mismo espacio académico: los estudiantes debaten en español, alemán, inglés o portugués, según lo prefieran. La profundidad de los temas tratados, como gastronomía y migraciones o “la negritud” y los “quilombos” en Brasil, nos mostró cómo la comunicación se puede entrelazar con la antropología y otras ciencias sociales.

Neu-Ulm: tecnología de punta y comunicación aplicada

Nuestra última parada académica fue la Hochschule Neu-Ulm (HNU), una universidad de ciencias aplicadas. Allí descubrimos la diferencia clave entre universidades tradicionales, orientadas a la investigación, y las Hochschulen, donde predomina un enfoque más práctico. En la HNU nos impresionaron sus instalaciones de última generación: un laboratorio de neurociencia para analizar reacciones a mensajes publicitarios, el Founder Space para impulsar emprendimientos, así como estudios de televisión, radio y fotografía de alto nivel.

Nuestros estudiantes participaron activamente en clases sobre metodologías de investigación, branding sustentable y gestión de stakeholders. Tuve la oportunidad de impartir una clase sobre gestión de la comunicación en contextos de emergencia humanitaria, compartiendo una visión venezolana sobre el manejo de crisis y la responsabilidad social de las organizaciones, que despertó interés en los asistentes.

Reflexiones finales: más allá del aula

Este viaje no solo nos permitió visitar instituciones y universidades que nos aportaron visiones muy diferentes de la comunicación. Nos dejó claro que los estudiantes de Comunicación Social de la UCAB están preparados para aportar, debatir y trabajar en equipos internacionales. Superaron barreras idiomáticas y culturales, y se desenvolvieron con soltura, aportando ideas y perspectivas valiosas. Compartieron con alemanes, pero también con estudiantes de América Latina, Asia, África y Europa del Este, lo que amplió su visión sobre el mundo y sobre su rol como comunicadores.

Fue una oportunidad para aprender de la cultura alemana: su organización, su respeto por el conocimiento académico, su apuesta por la sostenibilidad, y su apertura hacia otras culturas. Conocer cómo se concibe la comunicación desde enfoques diferentes fortalece el criterio, enriquece la visión y abre la mente.

Estoy convencida de que este tipo de experiencias tienen un valor formativo incalculable. No se trata solo de lo que se aprende en una clase, sino de lo que se vive, se comparte y se comprende al salir del entorno habitual. Para nuestros estudiantes, este viaje representa un antes y un después. Para la UCAB, un paso más en su internacionalización. Y para mí, como profesora, la confirmación de que vale la pena soñar en grande y trabajar arduamente para lograr las metas.

Alemania nos recibió con generosidad y nosotros volvimos con la maleta llena de aprendizajes, conexiones y una renovada pasión por comunicar.

Por: Marcela Ojeda, profesora de la asignatura Comunicación y Organización