“En medio de este caos desalentador, he descubierto
el consuelo en el mero hecho de vivir y crear,
de tratar de modelar y comprender el sentido de mi vida”.
Michel de Montaigne 

Reflexión con motivo del nuevo período académico 2023-2024

En una de sus últimas entrevistas, el influyente sociólogo Alain Touraine, quien falleció a finales del semestre anterior, deslizó lo que para él suponían dos ejes temáticos que definen nuestro tiempo.

Por un lado, la liberación por medio de las mujeres y con ello las muchas voces que reclaman derechos en todos los rincones del planeta. Por el otro, está en marcha un proceso de “derrumbamiento de la razón en el centro de la personalidad dándole paso a la recomposición de los afectos en torno a la razón y la comunicación, una sociedad del cuidado”.

Atendiendo a esta reflexión, la voz del mundo académico tiene que hacerse sentir con firmeza para interpretar y responder ante las palpitaciones de una generación de jóvenes dispuesta al cambio. La universidad debe reconocer los temblores de una sociedad fatigada y, sobre todo, erigirse como referencia central de aquellos que no se cansan de levantar y de luchar en esta nuestra tierra empobrecida y desierta como luce ahora.

Por tanto, la educación universitaria necesita estar conectada con la vida diaria de los alumnos, con sus intereses y motivaciones, y permitir diferentes experiencias de aprendizaje para atender así a las diferentes necesidades de los estudiantes.

Del período anterior (2022-23), el equipo de la Escuela extrae tres reflexiones que, de una u otra manera, midieron las capacidades de esta unidad académica y que hoy forman parte del musculo de aprendizajes para encarar los nuevos retos y desafíos.

Bajo la premisa Repensar las comunicaciones y humanizar el espacio académico, logramos poner en marcha un nuevo plan de estudios sin mayores contratiempos, lo cual abrió las puertas a la incorporación de nuevas voces y talentos al cuerpo docente, fruto además de un comprometido Consejo de Escuela cuyas deliberaciones han sido fundamentales para avanzar, corregir y proyectar.

Asimismo, a través de un programa amplio de actividades, eventos y producciones audiovisuales, contribuimos en conectar y reconectar con diversos actores regionales y nacionales para materializar sueños formativos y planes que privilegian las comunicaciones libres, dialogantes e inclusivas.

Concretamos un reordenamiento interno del equipo directivo que supone un momento especial, con lo académico como epicentro de las actividades. Pero no cualquier gestión académica. Queremos y aspiramos cumplir, cabalmente, la misión encomendada, es decir, articular e incentivar desde todos los ángulos de la vida universitaria la generación de “soluciones comunicacionales que conduzcan al bienestar y desarrollo humano de la sociedad en un contexto global”.

Florecer en el abismo 

Frente a nosotros y fuera del recinto, el escenario no dista de la expresión propia de la obra de Gallegos – “duele ver a la patria en su miseria”- que se expresa en el derrumbe de las capacidades productivas de la región; la prolongada crisis institucional; la incertidumbre política; la migración en desarrollo y todo ello conducente de una tragedia que nos alude: se ha restringido como nunca el acceso de los jóvenes guayaneses a la universidad.

Y es este punto donde toca vernos, tomar fuerza para subir una escalera más alta y permitir que nuestros estudiantes sueñen con más para sí mismos. Insistimos en potenciar el rol del comunicador social como cartógrafo del mundo que vivimos, siendo pieza clave para hablar y discernir sobre el cambio progresivo.

Tenemos sobradas evidencias para afirmar que este mundo, gracias al desarrollo de la comunicación, es cosmopolita. En cierto modo, un sistema innovador, fuente de creatividad e inherente a la naturaleza de la carrera, debe ayudarnos a combatir las divisiones, la desorientación, los mensajes de odio y los distintos brotes de barbarie que pretenden congelar el progreso y obstaculizar el bienestar social.

El dibujo que trazamos nos lleva a coincidir con el planteamiento de la filósofa Svenja Flasspöhler, según el cual, “los conflictos que vemos hoy en día en todos lados son una señal de progreso; son necesarios”.

Cabe preguntarse entonces cuál es la posición que juega la academia en este desafiante y determinante momento. ¿Nos conformamos con solo cubrir el programa de la materia? ¿Eludimos el compromiso de alzar nuestra voz frente al predominio de la fuerza y la violencia? ¿Renunciamos a ejercer nuestro liderazgo en la orientación de la vida del país mediante el esclarecimiento de los problemas nacionales y en conexión permanente con las demandas globales?

Permítanme sugerir un espacio de reflexión consigo mismo que favorezca una resignificación vibrante de ser profesor universitario en estas horas.

Oscar Murillo, director de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB Guayana, subraya la idea de Andrés Bello de una universidad «que estudia, comprende e intenta resolver los problemas de la vida». (FOTO ANDRÉS CAMACARO)

Como corresponde, la institución cuenta, además de su tradición académica, con fundamentos cristianos que ayudan a iluminar la realidad a través de la enseñanza.  En su más reciente visita a Venezuela, el Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa S.J., exhortaba a las autoridades, directores y coordinadores de la UCAB a emplear todos los dispositivos instituciones para crear conocimiento “desde la cruz cuando se aborda la realidad social, local y del mundo”, invitando a desarrollar una mirada que ve para comprometerse, advirtiendo sobre lo inocuo de la mirada contemplativa.

El prepósito general de los jesuitas dejó muy en claro la vocación de la Compañía en su labor formativa. “Una universidad jesuita sin humanidades no es una universidad jesuita”. 

Ahora bien, la sola mención no basta. Las humanidades – insistió – no son un departamento, unas materias ni unas carreras en una facultad, las humanidades son una dimensión de lo que se ofrece durante la vida universitaria y que procura la formación de una ciudadanía que enarbole y defienda con valentía los principios democráticos.

Entendemos y compartimos, a tenor del mensaje, que la pedagogía, el intercambio en el aula, las actividades extracurriculares y la sinergia entre cátedras sea la expresión de algo que nos atañe a todos, dando voz a nuestras experiencias y sentimientos.

Por algo y para algo… 

«La vasta soledad es sobrecogedora y nos hace darnos cuenta de todo lo que tenemos en la Tierra» (Misión APOLO 8)

La situación de la sede – UCAB Guayana – es preocupante por la caída de la matrícula, sostén principal para la administración de los recursos. Y ante esta coyuntura debemos encender las lámparas toda vez que nos enfrentamos a un escenario de elevado riesgo.

Si bien debemos procurar la sostenibilidad, en este caminar debemos asegurarnos que la institución sea fiel a sus estatutos orgánicos y garantice la esencia de este portentoso proyecto educativo al sur del Orinoco.

Entre el repertorio literario trenzado con el proceso del país, la obra esperanzadora de Rómulo Gallegos se antoja acá muy pertinente. Novelas y personajes cuyas voces nos invitan a alzar nuestros pinceles para ser parte de esa pintura de formación de pueblos, que puede realizarse, a decir del escritor, con alegría si se procura con bondad.

La Universidad – como toda institución en Venezuela que apunte a la promoción de la libertad y la creación – está bajo serias amenazas. Preservar y fortalecer este músculo democrático es y debe ser una tarea que nos congregue a todos. ¿Cómo hacerlo? La respuesta pasa, primeramente, por tomar conciencia, de la incidencia que ejercemos como docentes. La conducta ejemplarizante que modela y guía. La cercanía humana que va de la mano con imprimir en cada acto y acción esa idea poderosísima del mentor Andrés Bello: la universidad que estudia, comprende e intenta resolver los problemas de la vida. Por algo y para algo.

Nuestros mejores deseos de Paz y Bien en el período académico 2023-2024.

 

 

 

Oscar Fernando Murillo Hernández
omurillo@ucab.edu.ve
Director

Referencias bibliográficas:

Michael Ignatieff. En busca de consuelo (Traducción de Jordi Ainaud). Debate, 2023.

Caldera, R. T. (2022, noviembre 24). Rómulo Gallegos, la emoción original de la bondad. La Gran Aldea. https://lagranaldea.com/2022/11/24/romulo-gallegos-la-emocion-original-de-la-bondad/

Gómez, E. (2023, junio 29). Arturo Sosa, S. J., llama a fortalecer la formación ciudadana. elucabista.com. https://elucabista.com/2023/06/29/arturo-sosa-en-la-ucab-me-interesa-mas-tener-un-buen-ciudadano-al-final-de-una-carrera-universitaria-que-un-buen-ingeniero/

Pérez-Lanzac, C. (2023, junio 26). Svenja Flasspöhler, filósofa. “Decir ‘no’ es un signo de autonomía. Pero puede ser más fuerte decir ‘te deseo”. Ediciones EL PAÍS S.L. https://elpais.com/ideas/2023-06-26/svenja-flasspohler-filosofa-decir-no-es-un-signo-de-autonomia-pero-puede-ser-mas-fuerte-decir-te-deseo.html

Rafael Pineda. Sabes es poder: Decreto de instrucción pública promulgado en 1869 por la Asamblea Legislativa del Estado Guayana. Ciudad Bolívar. 1979.